5 Tipos de diálogo interno negativo y cómo detenerlos

5 Tipos de diálogo interno negativo y cómo detenerlos

La mayoría de las personas se han encontrado con algún tipo de negatividad durante toda su vida. Las experiencias negativas comienzan durante la niñez y continúan durante toda nuestra vida adulta. Esta es una parte normal de la vida con la que todos nos enfrentamos.

Sin embargo, con demasiada frecuencia nuestros pensamientos también se vuelven negativos. Aún más preocupante es cuando empezamos a hablarnos a nosotros mismos de manera negativa. Este diálogo interno negativo es uno de los comportamientos más limitantes con los que uno se puede enfrentar.

Nos gusta pensar que somos personas optimistas y positivas. Después de todo, nadie quiere ser considerado un gruñón. Además, ¿no es eso lo que nos enseñan desde que somos niños, a sonreír y pensar lo mejor de quienes nos rodean?

La verdad es que no siempre damos en el blanco. Podríamos querer ser positivos, pero esos pensamientos negativos tienen una forma de aparecer, especialmente si estamos cansados o ansiosos. Las emociones fuertes tienen una manera de descarrilarnos, al igual que las influencias negativas que nos rodean. En resumen, la negatividad nos ataca constantemente y no podemos evitar responder de la misma manera.

¿Cómo aprendemos a reconocer cuándo nuestro diálogo interno se vuelve negativo y a detenerlo antes de que se afiance en nuestras vidas?

Comenzamos aprendiendo cómo identificar a los culpables más comunes.

Tipos de diálogo interno negativo y cómo detenerlos

1) Pensamiento en blanco y negro

En el momento en que empiezas a utilizar afirmaciones de “todo” o “nada”, ya estás cayendo en una mentalidad negativa. Cuando surge esto, lo mejor que puedes hacer es recordarte que el mundo realmente no funciona de esa manera. De hecho, hay más tonos de grises de los que piensas.

2) Visión de túnel

Cuando sólo puedes ver lo malo en todo, no es de extrañar que puedas sentirte perdido en un mar de desesperación y diálogo interno negativo. Aquí ves el mundo sólo como algo negativo y buscas pruebas señalando cada defecto o fracaso. Esto se soluciona reformulando las declaraciones a medida que aparecen. Busca el giro positivo que puedes darle a las cosas.

3) El plan de desastre

Cuando sólo puedes ver el resultado negativo en todo. Para ello, acepta que a veces el fracaso ocurre. Incluso puedes usar predicciones nefastas para elaborar un “plan B” en caso de que lo necesites, pero también siempre debes recordar que también existe una posibilidad de éxito en lo que intentas. No hay razón para suponer lo peor.

4) Anticipación

En esto, asumes que sabes lo que otra persona está pensando, y eso nunca es bueno. ¿Para combatirlo? En su lugar, intenta tener una conversación honesta con la persona. Déjalos hablar por sí mismos. Incluso podrían sorprenderte. Nuevamente, deja de asumir lo peor.

5) La conciencia culpable

Lo arruinaste. Una vez. Hace mucho tiempo. Es tiempo de dejarlo ir. Para algunas personas, sus cerebros son expertos en recordar el pasado, independientemente de cuánto tiempo haya pasado o de lo que se haya hecho para corregir el error. Aquí debes recordar las lecciones que has aprendido. Recuerda, el pasado está en el pasado. Mira hacia adelante, viendo las posibilidades. Deja ir el resto.

Utiliza estos consejos para ayudar a limitar el diálogo interno negativo

Distinguir entre pensamientos negativos y pensamiento crítico

Necesitamos tener cierta autocrítica, de lo contrario nunca creeremos que estamos haciendo algo mal. Sin embargo, es necesario reconocer cuándo esa crítica se convierte en un diálogo interno negativo. Cuando puedas distinguir entre estos, la situación será mejor.

Acepta el fracaso

Si te gusta castigarte cada vez que fallas, te espera un camino empinado. Fallarás y lo harás muchas veces en tu vida. Acepta esto como un regalo y no como una carga. Trata de ver el fracaso más bien como una lección aprendida. No te digas que eres un fracaso; repítete que acabas de aprender lo que no funciona.

Repite las afirmaciones diarias

Debes buscar afirmaciones que se ajusten a tu situación de vida actual. Úsalos tan a menudo como puedas. Intenta repetir estas afirmaciones todos los días. Incluso deberías escribirlas en una hoja de papel y mantenerlas cerca. La idea aquí es programar tu mente para el pensamiento positivo. Cuanto más lo hagas, más natural se volverá. Idealmente, esas cosas negativas que te dices a ti mismo eventualmente serán reemplazadas por tus afirmaciones positivas.

Limita tu exposición a personas negativas

Estas personas prosperan con la negatividad y disfrutan arrastrar a los demás con ellos. Si no puedes evitarlos por completo, pasa el menor tiempo posible con ellos. Ya luchas con el diálogo interno negativo, por lo que no necesitas que agreguen más negatividad. Si pasas más tiempo con personas positivas que te fortalecen, tu diálogo interno negativo se reducirá naturalmente.

Aprende a ver lo bueno en las personas

Si siempre piensas negativamente en los demás, tiene sentido que, de forma más natural, pienses negativamente en ti mismo. Tener una mente más abierta hacia los demás también te ayudará a aceptar mejor tus propios defectos.

El pensamiento negativo es una elección

Aunque te hayan bombardeado con eso desde que eras niño, pensar negativamente es algo que eliges hacer. Por el contrario, el pensamiento positivo es tanto una elección como el pensamiento negativo. Elije el pensamiento positivo. Esta no es una solución rápida y fácil, requiere mucho trabajo y práctica. … ¡así que empieza ahora!

Fortalece la confianza en ti mismo

El pensamiento negativo a menudo ocurre debido a la falta de fe en uno mismo. Fortalecer tu confianza te ayudará a superar esos momentos que te deprimen.

3 Pasos prácticos que puedes seguir de inmediato para detener el diálogo interno negativo

 

  • Cada mes encuentra una nueva afirmación que puedas repetirte a ti mismo diariamente. Las afirmaciones te ayudarán a cambiar tu enfoque de la negatividad a la positividad.

 

  • Crea un diario de negatividad y escribe en él cada vez que tengas un pensamiento negativo. Anota todos tus sentimientos y si es posible, los motivos por los que llegaste a esa conclusión negativa. Escribe las razones por las que el pensamiento negativo NO ES cierto.

 

  • Escribe tres aspectos de tu vida por los que estés agradecido. Puede ser lo que quieras. Piensa en tu familia y otras personas en tu vida. Piensa en tu trabajo o tu negocio. Repite esto con la mayor frecuencia posible.

 

El mundo es realmente un lugar maravilloso más de lo que imaginas.  Cuando dejas de lado el diálogo interno negativo, te estás dando la capacidad de probar un nuevo estado de ánimo y ver cuán buenas pueden ser las cosas. Abraza la positividad. ¡Descubre lo que el mundo tiene para ofrecer!

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