Cuáles son los tipos de ansiedad más comunes y cómo identificarlos

Cuáles son los tipos de ansiedad más comunes y cómo identificarlos

Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad que afectan a millones de personas, pero hay otros que son los tipos de ansiedad más comunes y es importante saber identificarlos. Todos experimentamos ansiedad en ciertos momentos de nuestras vidas. Sin embargo, para algunas personas, la ansiedad puede convertirse en un problema crónico y abrumador.

¿Por qué deberías conocer los tipos de ansiedad más comunes?

Es necesario saber a qué te enfrentas para descubrir los planes de tratamiento adecuados. Hay muchos tipos comunes de ansiedad, pero si no sabes cuál se adapta mejor a lo que estás pasando, ¿cómo podrás descubrir cómo debes manejar los intensos sentimientos de ansiedad?

Cuando sabes a qué te enfrentas, tienes poder. Poder para buscar a otras personas que estén pasando por lo mismo y poder para comenzar tu propia investigación y no confiar únicamente en los consejos de tu médico para el tratamiento.

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

Es uno de los tipos de ansiedad más comunes. ¿Qué significa tener TAG? El TAG también se

conoce como trastorno de ansiedad generalizada. El TAG es, con diferencia, el tipo más común de este trastorno.

El trastorno de ansiedad generalizada es un tipo de trastorno de ansiedad en el que las personas experimentan preocupación y ansiedad constante sobre diversos aspectos de su vida, como el trabajo, las relaciones o la salud.

Cosas como dinero, facturas, trabajo, relaciones, etc. pueden causar ansiedad severa en alguien con TAG. Si bien estas cosas causan estrés a casi todas las personas, alguien que padece TAG no podrá dejar de pensar en estas cosas. Se preocuparán por estas cosas hasta el punto de que no podrán dormir, trabajar o funcionar como lo harían normalmente.

Esta preocupación y ansiedad son excesivas e interfieren significativamente en el funcionamiento diario de la persona. Las personas con TAG suelen tener dificultad para controlar sus preocupaciones y pueden experimentar síntomas físicos como tensión muscular, fatiga y dificultad para conciliar el sueño.

Cuando una persona con TAG está ansiosa, le provocará que pase por insomnio, entre en depresiones, tenga un cambio en sus hábitos alimentarios o incluso tenga ataques intensos de ansiedad. Alguien que sufre de TAG puede tener sólo unos pocos “episodios” al mes. Pero estos episodios son muy difíciles y pueden hacer que la persona se sienta físicamente enferma.

La terapia cognitivo-conductual y la medicación pueden ser eficaces para tratar el trastorno de ansiedad generalizada.

Estrategias de afrontamiento para el trastorno de ansiedad generalizada

Enfrentarse a la ansiedad generalizada puede ser desafiante, pero hay estrategias que pueden ayudar a manejar este trastorno. Algunas de estas estrategias incluyen:

– Practicar meditación y técnicas de relajación, como la respiración profunda.

– Establecer límites y prioridades para reducir el estrés.

– Incluir una dieta equilibrada y ejercicio regular, manteniendo un estilo de vida saludable.

– Buscar ayuda de profesionales de la salud mental como apoyo de amigos, familiares.

Ansiedad crónica

La ansiedad crónica es mucho más grave que el TAG. “Crónico” significa que no termina y parece que nunca desaparece. Hay muy pocas ocasiones en un mes determinado en las que una persona que sufre esto se sentirá “bien” o “como antes”.

Cuando se trata de este trastorno crónico, es casi insoportable. Los ataques son muy frecuentes e intensos. Por lo general, esta persona tiene más de cuatro ataques al mes y probablemente tenga más de dos ataques en una semana determinada.

Casi no hay descanso para una persona con esto. No es sorprendente que muchas personas que padecen ansiedad crónica se depriman intensamente y se vuelvan cada vez menos sociables.

Lidiar siempre con esta intensa ansiedad puede volverse tan estresante que también puede desarrollar ansiedad social que también es otro de los tipos de ansiedad más comunes. El miedo a sufrir un ataque cerca de otras personas o el miedo a sufrir un ataque fuera de la seguridad del hogar puede desencadenar ansiedad social.

Cómo gestionar la ansiedad crónica

Hacer frente a este trastorno de ansiedad crónica requiere gestionarlo mediante técnicas y estrategias que pueden mejorar sus síntomas y superarlo.

– Reducir el estrés

– Técnicas de relajación, yoga, Tai Chi

– Ejercicio regular

– Suplementar posibles deficiencias vitamínicas

– Buscar ayuda profesional

Trastorno de pánico

El trastorno de pánico es otro tipo de trastorno de ansiedad en el que las personas experimentan ataques de pánico recurrentes e inesperados. Estos ataques de pánico se caracterizan por síntomas físicos intensos, como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos y sensación de muerte inminente. Las personas con trastorno de pánico suelen tener un miedo intenso a tener otro ataque de pánico, lo que puede llevar a evitar ciertos lugares o situaciones.

La terapia cognitivo-conductual y los medicamentos antidepresivos pueden ser eficaces para tratar el trastorno de pánico.

Cómo manejar un ataque de pánico

Experimentar un ataque de pánico puede ser aterrador, pero existen estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas. Algunas de estas estrategias incluyen:

– Respirar lenta y profundamente para reducir la hiperventilación.

– Enfocarse en pensamientos positivos y tranquilizadores.

– Utilizar técnicas de relajación, como la visualización o la escucha de música relajante.

– Buscar apoyo de personas de confianza y contarles lo que está experimentando.

Trastorno de ansiedad social

El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, suele ser un tipo secundario de otro trastorno de ansiedad. Es un tipo de trastorno de ansiedad en el que las personas experimentan miedo intenso y ansiedad en situaciones sociales. Estas situaciones pueden incluir hablar en público, conocer gente nueva o participar en actividades en grupo. Las personas con trastorno de ansiedad social suelen preocuparse por ser juzgadas o humilladas, lo que puede llevar a evitar las situaciones sociales.

La ansiedad social es tan devastadora como los tipos de ansiedad. Algunas personas se ven incapaces de trabajar, conducir o incluso salir de casa porque su ansiedad social es muy grande.

No es raro que alguien que sufre ansiedad o depresión se vuelva un poco antisocial. Pero si falta al trabajo, cancela citas, se niega a salir de casa o sufre ataques de ansiedad física cuando intenta salir de casa, entonces es posible que tenga ansiedad social.

Comprender a qué se enfrenta es el primer paso para encontrar alivio.

La terapia cognitivo-conductual y los medicamentos ansiolíticos pueden ser eficaces para tratar el trastorno de ansiedad social.

Consejos para enfrentar el trastorno de ansiedad social

Afrontar el trastorno de ansiedad social puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden ayudar a superarlo. Algunos consejos útiles incluyen:

– Practicar situaciones sociales gradualmente, comenzando por aquellas menos intimidantes.

– Desafiar pensamientos negativos y autocriticos en relación a las situaciones sociales.

– Utilizar técnicas de relajación, como la respiración profunda, para reducir la ansiedad.

– Buscar grupos de apoyo o terapia de grupo.

La ansiedad es una emoción común, pero cuando se convierte en un problema crónico y abrumador, puede afectar significativamente la vida de una persona. Los trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad social, son condiciones serias que requieren atención y tratamiento adecuados. La terapia junto a la medicación pueden ser eficaces para tratar estos trastornos y ayudar a las personas a vivir una vida más plena y satisfactoria.

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